David Rodríguez Gómez, Tato Rodríguez, nace en Huelva en 1970. Su familia afincada en el onubense barrio de La Hispanidad, aunque Tato se cría con su abuela en la Barriada Don José Antonio Primo de Rivera. Tato ocupa el segundo lugar entre sus cuatro hermanos.
Su paso por el colegio llega hasta 7º de E. G. B. donde lo abandona. Pero años más tarde empieza la Formación Profesional de Ebanistería en Valverde del Camino para terminar dicha formación en Málaga. De hecho como empieza a realizar sus primeros trabajos va prorrogando el servicio militar.

Durante su vida laboral pasa por diversas empresas y talleres especializados en el trabajo de la madera, sobre todo dedicados a a carpintería fina. Empieza en Rumoga, taller onubense del Molino de la Vega, durante dos años. Debido a su paso por este y otros talleres reclaman sus servicios para la restauración de la actual Casa Colón. Además monta su propio taller en la localidad de Aljaraque, que mantiene abierto durante diez años.
Aparte de esto se forma como carpintero de ribera en los Talleres Sande. Realizando reparaciones por la costa española y portuguesa. Que además de la construcción de ferrys, contribuye en las reparaciones del Juan Sebastián el Cano. No obstante la Fundación Nao Victoria requiere sus servicios en diferentes temporadas para la construcción de réplicas de barcos históricos como el Galeón Andalucía, la Nao Santa María o la Nao Victoria de Magallanes.

Otra vez en Huelva, monta un taller de carpintería en Gibraleón. Dedicado a la fabricación de muebles, suelos y puertas. Y contactando con una carpintería de San Juan del Puerto, conoce a Agustín Sánchez, carpintero y constructor de guitarras. Es en ese momento, rondando el año 2020, donde empieza la historia de Tato como constructor de guitarras. Ya que debido a las inquietudes por construir una guitarra para su hermano, Alberto Rodríguez. Aunque ya antes había hecho algunas reparaciones, con Agustín aprende el oficio de la construcción de guitarras.
Ya asentado en su taller, Tato, construye guitarras de forma totalmente artesanal, trabaja con maderas de primerísima calidad y ofrece un trato humano y profesional a sus clientes. Aunque su historia como luthier es corta, lleva alrededor de veinte guitarras construidas en una evolución ascendente y mejorando día a día. De hecho sus guitarras tienen destinos nacionales e internacionales, e incluso están presentes en diversos escenarios.
